martes, 23 de noviembre de 2010

Muerte de un Publicista


Hoy es tu último día en el mundo.

Lo sabes.

Y vas a disfrutar de él.


Es de noche, no podía ser de otra manera. Tu luz suele acapararlo todo, y no vas a dejar que los perversos ojos de la luna te eclipsen, nunca lo has permitido. No lo vas a hacer hoy.

Pero esta vez es la luz de un foco la que da forma a tu presencia, dejando en la penumbra el resto del mundo. Eres la estrella.

Tienes un micrófono delante de ti.


Es tu concierto final.



Hueles a cerveza, y el sudor apenas te deja ver, llenas el vaso, y vuelves a beber, dejando que tu garganta se convierta en corazón. Sueltas un tímido “a vosotros” mirando al cielo y bajas la vista para ver dónde estás. 


Por encima, una vez más...

...y por última vez, más que nunca.



Ahora sí.

Sueltas todo tu potencial, quebrando los pilares de la tierra convirtiéndolos en delicado cristal. Permites que el mundo se estremezca con lo que eres. Haces que el suelo palpite más fuerte que tus propios latidos, los cuales marcan el compás de tu canción. Eres dueño del reino de tu vida, y hoy que es tu último día, lo vas a demostrar.

Sueltas tu último suspiro, y dejas que la noche te lleve con ella...



Mañana, cuando amanezca, volverá a ser tu último día en el mundo.

Lo sabes.

Y vas a disfrutar de él.



Estás en el más hermoso de los caminos, el de convertirte en publicista. Haz el favor de aprovechar cada paso que des como si fuese el último.

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