lunes, 24 de enero de 2011

El gusto de un publicista

Me gusta el tacto de la piel, el olor de la madera y el ruido que hace mi cuchilla de afeitar. Me gusta sentir calor en invierno y buscar la sombra en verano.

Me gusta la sensación que percibo al pasar por una puerta automática. Me gusta ver como crece un árbol en plena urbanización. Me gusta enamorarme de la primera página de un libro, y que al acabarlo haya vivido otra realidad.


Me gusta el silencio que genera estar solo rodeando de gente.

Me gusta la satisfacción de hacer algo bien y tener la oportunidad de rectificar. Me gustan las sonrisas de los desconocidos.

Estoy enamorado del paso del tiempo.

Adoro el humo en todas sus variantes posibles, me encanta como sabe el primer sorbo de alcohol. Me gusta sentir como se curan mis heridas. Me gusta respirar.

Me gusta caminar sobre el duro asfalto y me gusta descalzarme y pisar la tierra mojada. Dormiría todas las noches desnudo sobre la hierba.

Me gusta el insomnio que provocan mis pensamientos. Me gusta liberar a mis pies de los zapatos cada noche. Me gusta la comodidad de las butacas y la luz natural de la luna.

Me gusta asomarme desde lo más alto de un acantilado y mirar para abajo. Me gusta la magia de la noche.

Los cruces de miradas.

Me gustan las esperas, sentarme en un banco y no hacer nada. Me gusta la paz. Adoro los lunes y el significado de los cafés. No puedo evitar hacer una “V” cada vez que apago un cigarro, porque me gusta hacerlo.

Me encanta convertir las pequeñas cosas de mi día a día en un ritual. Me gustan las prisas y me encanta pensar que puedo ser quien yo quiera.


Si mi gusto está definido por los distintos grupos de referencia en los que me envuelvo, solo me queda dar las gracias, porque me encanta como soy.

martes, 18 de enero de 2011

El valor del poder

Esta noche voy a hablar del poder y de lo que significa para un publicista. No podía dejar escapar este concepto, dado que somos lo que somos y al fin y al cabo, nuestros pasos nos obligan a meterlo en nuestra vida.

Cuando eres capaz de sentirte poderoso y disfrutar de ello, tu manera de ver el mundo cambia, caminas más relajado y respiras mucho mejor. La base del poder solo se encuentra en uno mismo, y parte de tu manera de entender las cosas, haciendo que cuando estás seguro de tu potencial, nada pueda ir mal.

Hay que comprender que el poder, al igual que todo lo que merece la pena en esta vida, es inalcanzable. Pero es un verdadero placer tener la oportunidad de escoger por lo que queremos luchar y dedicar toda nuestra vida a conseguirlo.

Créate tu propio poder, utiliza el prisma que más te convenga para entender tu realidad y serás un gran publicista.

Si no quieres poder pueden ocurrir dos cosas, que nunca serás publicista, o que estás muerto.

Disfruta de tu propio poder, sabes que lo tienes.

miércoles, 12 de enero de 2011

La inspiración

¿Qué hacer cuando te quedas sin inspiración?

Yo propongo emplear la teoría del suicidio literario. Escribir sin pensar, dejando que tu subconsciente se deslice a través de tus dedos, creando las más hermosa obra de arte sin sentido.

Y así, sin darte cuenta, das forma a tu alma, a tus sentidos y a lo que significas. Si estás en plena campaña, posiblemente no te sirva de nada, pero te habrás mirado por primera vez en un espejo que muestra tu verdadero reflejo, tu verdadero YO. Y eso, créeme, no se compara ni con el sabor de la gloria.

Porque solo cuando te conoces, eres capaz de actuar sabiendo que lo que haces es lo correcto. Porque es lo más bonito que puedes sentir en la vida.

Y sobre todo, siéntete capaz de cambiar la realidad si no te gusta lo que ves. No olvides que eres publicista y puedes hacer y deshacer a tu antojo. Sueña con despertar junto a tus sueños cada mañana y lo acabarás haciendo.

Dicho lo dicho, deja todo lo que estés haciendo, sal de tu coraza de cristal y disfruta de ti mismo, de lo que sientes y de quien eres. Verás como la inspiración aparece por si sola y haces el trabajo de tu vida.


Eres un publicista, la más hermosa obra de arte sin sentido.

martes, 4 de enero de 2011

El destino del publicista

Cada mañana, cuando me levanto, lo primero que hago es tirar el destino a la basura.

Miento, eso es lo segundo. Lo primero siempre es sonreír.

El mundo debería saber que el publicista no necesita un destino. El publicista no necesita nada a lo que agarrarse, se tiene a si mismo. Tiene su esencia, la cual le protege, le arropa y le duerme.

El camino del publicista se hace a través de sus pasos, los cuales reflejan sus actos, y la única estrella que puede guiarle es la que anuncia el cumplir de sus sueños.

Únicamente nuestra voz, la que arrastra trozos del ayer, la que sirve para este, nuestro presente y la que predica con el futuro es capaz de inventarse algo parecido a un destino. No entendemos que algo pueda estar creado y que no haya sido por un publicista.

Yo he escogido este camino, me desprendo todos los días de las memeces, de las creencias, de los hilos que quieren convertirme en marioneta, de las falsas apariencias…

Y me aferro a lo que soy.


Como creo en lo que soy, puedo inventarme lo que seré, sabiendo que en un futuro se hará realidad.


¿Y tú, dónde te quedas?