Esta es la verdadera historia de John, la que no oculta la verdad tras los muros de una sonrisa, la que no entiende de mentiras.
Su decadencia había llegado a tal extremo que en su armario solo quedaban camisas negras, tender la ropa era montar un funeral, plancharla una masacre.
Se encendió un cigarro mientras abría la puerta, volvía a ser de noche y el diablo le estaba esperando abajo con el contrato en mano, “su alma a cambio de una noche más”, siempre pensó que era más sencillo así.
Sin embargo, la primera calada le dijo que aquella noche sería distinta, la segunda le produjo un escalofrío y la tercera le abrió en canal. Aprovechó para arrancarse el corazón, el cual tenía olvidado desde hace ya demasiado tiempo. Lo puso en bandeja de plata y tuvieron una larga conversación.
Al acabar, tiñó de blanco las camisas, respiró como nunca antes lo había hecho y lo abrazó. Aquella noche empezó a querer ser publicista, aquella noche supo que el mundo estaba hecho para él, aquella noche entendió que solo tenía que alzar los brazos y coger cuanto se le antojase.
“Ser Publicista significa muchas cosas, pero arrancarte el corazón, hablar con él y entender que todo va bien, lo significa todo."