lunes, 25 de abril de 2011

El aire del publicista

Esta es la verdadera historia de John, la que no oculta la verdad tras los muros de una sonrisa, la que no entiende de mentiras.

Su decadencia había llegado a tal extremo que en su armario solo quedaban camisas negras, tender la ropa era montar un funeral, plancharla una masacre.

Se encendió un cigarro mientras abría la puerta, volvía a ser de noche y el diablo le estaba esperando abajo con el contrato en mano, “su alma a cambio de una noche más”, siempre pensó que era más sencillo así.

Sin embargo, la primera calada le dijo que aquella noche sería distinta, la segunda le produjo un escalofrío y la tercera le abrió en canal. Aprovechó para arrancarse el corazón, el cual tenía olvidado desde hace ya demasiado tiempo. Lo puso en bandeja de plata y tuvieron una larga conversación.

Al acabar, tiñó de blanco las camisas, respiró como nunca antes lo había hecho y lo abrazó. Aquella noche empezó a querer ser publicista, aquella noche supo que el mundo estaba hecho para él, aquella noche entendió que solo tenía que alzar los brazos y coger cuanto se le antojase.

“Ser Publicista significa muchas cosas, pero arrancarte el corazón, hablar con él y entender que todo va bien, lo significa todo."