miércoles, 1 de junio de 2011

Bienvenido

Se que ha sido difícil encontrarla, pero ya que has hecho el esfuerzo de venir entra, no te quedes ahí.

Siento lo de los siete cerrojos, han entrado demasiadas veces y siempre se han llevado más de lo que han dejado.

Pero ven que te mostraré el interior. Soy consciente de que el pasillo es demasiado largo y que cuesta llegar al centro de la casa, pero hay infraestructuras que son complicadas de cambiar y verdaderamente, nunca he sabido por donde recortar. Te seré sincero, prefiero dejarlo así, hay caminos que son obligados a recorrer para que vean tu hogar.
Ya que has llegado hasta aquí puedes mirar el comedor; te preguntarás que para que quiero un espacio tan grande si está vacío.

Estoy esperando a que lo decore alguien como tú, yo tengo muy mal gusto y muy pocas ganas. Y sí, tampoco he sabido por donde empezar. Solo he tenido muy claro que los ceniceros tenían que ser de oro, que por las ventanas solo entraría luz y que los espejos siempre estarían limpios.

Sigo ahorrando para las tres cosas, cuestan demasiado.

Sígueme que te enseñaré el resto.

Aquí está mi dormitorio. Tengo que pedirte perdón, pero no te lo voy a enseñar, ya que la puerta está rota. Por algún motivo, cuando la abro se abre automaticamente la del mueble-bar y se vacían las botellas, recuerda que estoy ahorrando. Prefiero enseñarte el cuarto de invitados. Normalmente es el que enseño primero, ya que es el más sencillo. Este sí que está decorado, no le falta de nada. Tiene cuadros por todas partes, todos sonríen. En esta habitación todo está en orden, nunca se rompe nada, la luz entra por todas las ventanas y las paredes no oprimen. Aquí todo funciona bien, todo es posible y nada es real.


Esto es todo lo que puedo enseñarte por ahora. Si no te importa, cierra al salir.

Nunca fue casa para dos.


El publicista podrá tener todo cuanto quiera siempre que sepa abrir todas las puertas.

Todas menos una.

2 comentarios:

  1. Creo que tú, sin saberlo, estás abriendo más puertas de las que te imaginas.

    Estoy muy orgullosa de ti. Adelante campeón!



    besos bipolares,

    Andrea

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