sábado, 9 de marzo de 2013

No pudo ser becario


Esta es la historia del pobre José,
vendedor ambulante en la calle traspiés.
Coeficiente selecto, intuición abismal,
buscaba sediento una oportunidad.

De joven luchaba a capa y espada
moría, sangraba bajo puertas cerradas.
Entre zarzales estudió empresariales,
combinando el horario, repartiendo postales.

Un trabajo fijo, mal remunerado,
no pudo dejarlo, estaba encadenado.
El maldito alquiler, la odiosa necesidad
de tener que comer y a la vez estudiar

Echaba de menos salir por la noche,
beber, divertirse, follar en el coche.
El precio era alto, lo pudo aguantar,
tarde o temprano vendría algo más.

Pasaron los años y se licenció,
en su cabeza ya había un mundo mejor.
“Trabajar de lo mío, casarme” pensó,
“se acabó la sequía, es mi turno”, decía.

Se quiso despedir de los días nublados
lanzando al aire el sombrero de licenciado.
Se acercó sonriente al tablón municipal
buscando un empleo donde poder prosperar.

¿Y qué pasó, qué sucedió?, ¡pobre José!
Te quedaste perplejo, paralizado.
Lágrimas en los ojos, 
¡te han engañado!

Ni una oferta decente, o al menos pagada,
23 vacantes no remuneradas.
Te miras, te ves, no puedes comprender,
5 años tirados, no entiendes ¿por qué?

Te ofrecen ser becario y necesitas comer,
¿6 meses de prácticas? ¡¿quién paga el alquiler?!

No se dio por vencido tan fácilmente,
buscó y rebuscó un contrato entre la gente.
Nadie dirá que no lo intentó,
peón en tablero jugado por dos.

Te obligan a prestar profesionalidad
a cambio de experiencia que nunca tendrás.
3 años, quizás 4 y podrás ascender,
a junior, trainee, o vete a saber qué.

Desesperado, perdido, no encuentras sentido,
engranaje perverso dirección al olvido.
Postales sin sueños tendrás que vender,
no llores, no sufras, es la vida José.

Condenado a no ser, por no ser hijo de,
otro caso perdido, ves abriendo el archivo.
Tus amigos colocados ven tu asunto banal
desde el despacho de una pyme o multinacional.

Pasaron los años, al final desistió,
no tuvo mujer ni oficina en Colón.
Duerme arropado, con el frío interior
de un sistema de mierda que lo esclavizó.

No hay comentarios:

Publicar un comentario